A LA PARCA

A LA PARCA

No admitiré más bromas a la Parca

si mi casa rondar quiere impaciente.

No sabe la huesuda con que gente

se las tendrá que ver, la vieja carca.

Vendrán desde el Parnaso, hasta Petrarca,

prietas las filas y la sangre ardiente,

pléyade de poetas combatiente

preparados a hundir la negra barca.

No ha de contar el tiempo ni la hora

si me tiene amarrado con sedal

a un destino implacable, la traidora.

He de pagar el óbolo ritual,

mas que espere sentada la señora,

que a un poeta, el amor le hace inmortal.

Jesús

 

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