OTOÑO DE LA VIDA

LLEGADO YA EL OTOÑO

Llegado ya el otoño de la vida,
sin queja ni censura de la historia,
acude con nostalgia a mi memoria
la hermosa primavera florecida.

De flores del amor estaba henchida,
y amar fue mi pasión y mi victoria;
los frutos de ese amar son hoy mi gloria,
y amor queda en la rama verdecida.

Morir podrá la hoguera que algún día
del lecho hizo volcán; mas, no extinguido,
será calor, ternura y ambrosía.

Las flechas juguetonas de Cupido
que yacen inservibles en la umbría,
“serán ceniza más tendrán sentido”.

Jesús

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